Hay quien le canta a la vida,
quien le canta al amor,
quien canta a la envidia,
a la desilusión.
Quien canta por celos,
quien canta sin miedo,
sin rencor.
Hay canciones que se cantan una vez en la vida,
Hay que al escucharlas se rompen en pedazos
Hay canciones susurradas al oído de un amante.
Están las que si tú quieres te acompañan del brazo.
Hay canciones que igual que entran se vuelven a marchar.
Las que sólo de noche se pueden escuchar.
Quien va dando el cante
y quien canta al revés.
Quien canta en la ducha,
quien canta sin fe.
Hay personas que cantan
sólo para quedar bien.
Hay canciones cansadas del mundo
o canciones aún enamoradas,
canciones reliquia,
canciones olvidadas.
Hay canciones que ponen en anuncios de marcas.
Con las que descubres si era sabio el autor.
Las que están el boca de algún loco con causa.
O enseñando la vida más que un profesor.
Hay sonidos inteligibles llamados canciones.
Hay canciones cantadas por un ángel en celo.
Y canciones sin oír, invéntatelo tú.
Hay bandas sonoras tiradas en carreteras
y canciones de estrellas que brillan sin luz.
Hay canciones en sueño y nanas para dormir.
Hay canciones que escuchas sólo para vivir.
Hay quien le canta a la vida,
quien le canta al amor,
quien se canta a sí mismo
y quien pone ilusión.
Quien canta con ganas
de hacerlo mejor.
Hay canciones que levantan el mundo
o canciones que inspiran palabras.
Canciones pegadizas,
canciones desentonadas.
Hay canciones creadas por grupos adolescentes
y canciones que se escuchan hasta que se pone el sol.
Las que ni el que las canta sabe el tema todavía.
Las que son cantadas por quien las escribió.
Hay canciones que igual que entran se vuelven a marchar.
Las que sólo de noche se pueden escuchar.
Hay quien canta al espejo y quien canta peor
Quien canta al misterio que hay en su interior.
Quien canta por arte, quien canta por hambre.
Hay quien vive su canción.